Seguro que más de uno de nosotros hemos sentido alguna vez alguno de los síntomas que se manifiestan en este vídeo. Parece que este síndrome afecta a todo tipo de profesiones, pero sin duda se desarrolla más en aquéllas que requieren un trato continuado con el público en general como profesionales sanitarios, docentes, y profesiones de atención al público.
El problema es que nadie quiere reconocer que se encuentra quemado, porque hacerlo sería como fracasar en esa imagen de proyección profesional impecable que queremos dar. Sin embargo reconocerlo puede ser un buen inicio para superarlo.
Ojalá que esta estrategia de comunicación sirva tanto a organizaciones como a profesionales, a admitir de su existencia....No son sólo cuatro gatos, somos muchos los que a veces nos hemos sentido de esta manera, y no por ello somos peores profesionales, tampoco mejores, sino simplemente humanos...
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